A principios de los años 80 Sony Corporation fue el ejemplo a seguir para el mundo empresarial estadounidense. El lanzamiento del bestseller de Akio Morita, entonces CEO fundador de Sony, se agotaron en las pocas semanas tras la fulgurante política empresarial que llevó al éxito la multinacional nipona en el mercado americano.
El triunfo de la política de marketing de Sony Corporation fue, en parte, gracias a la capacidad de predecir lo que deseaba el consumidor americano, lo que permitió desarrollar productos que cumplimentaran las expectativas y necesidades de una sociedad cambiante.
En una breve lectura podemos percibir que el éxito de los productos de Sony residían en tres características básicas: diseño, miniaturización de componentes y movilidad. Utilizando tecnología americana- transistores en sustitución a las válvulas, estampación de circuitos impresos para eliminar cables y componentes- Sony no fue solamente una de las primera en hacer uso de esas nuevas tecnologías en la producción de productos de consumo, pero también instauró por vez primera el concepto de movilidad, de portabilidad. Un concepto que recogía la necesidad del consumidor de portar una radio a un partido de baseball o llevar el tocadiscos a los pic-nics dominicales.
El Sr. Morita predicaba la necesidad fundamental del estudio de los hábitos y gustos del consumidor. El empuje de Sony residió en tener un departamento de marketing y desarrollo de producto orientado a identificar, predecir o crear la necesidad. Pero no nos engañemos, el desarrollo de un producto, o bien tangible, pasa por satisfacer una utilidad material y una utilidad de servicio.
Es cierto que no todos pueden permitirse un traje a medida, pero hay que acercar gustos a necesidades.